Economía|Lunes, 22 de Diciembre de 2008
Temas de debate: Política urbana en la ciudad"Haciendo Buenos Aires” con el sello MacriA un año de la asunción del líder de PRO como jefe de gobierno, dos
especialistas analizan lo que prometió, lo que hizo, lo está haciendo y lo que dejó pendiente en materia de obras y servicios públicos. Más en el debe que en el haber.Ineficiente e ineficazPor Alejandro Robba *
El día anterior a que Macri fuera a la Legislatura el 1° de marzo a inaugurar las sesiones ordinarias, había llovido torrencialmente en Buenos Aires, inundando diversos barrios de la ciudad. En esa ocasión prometió resolver cuanto antes la situación. Hace menos de un mes llovió menos que aquel día y el resultado no pudo haber sido peor: hubo más barrios inundados y en algunos de forma más aguda. Este sería el rasgo más perdurable de este año de gestión: la enorme distancia entre la palabra y la acción sumado a querer justificar dicha inoperancia ligándola a una conjura global pergeñada por el gobierno nacional, los sindicatos, la Justicia local y los movimientos sociales. El segundo rasgo distintivo es haber subejecutado las partidas de inversión pública y haber incrementado fuertemente el gasto corriente.
Después de un año de administrar la Ciudad, las obras hidráulicas en ejecución son mínimas y corresponden a licitaciones realizadas en gestiones anteriores y las que debían de estar en ejecución han sido postergadas.
Tal es el caso de las obras sobre el arroyo Maldonado. En cuanto al Riachuelo, sólo dos obras se encuentran actualmente en ejecución: los
aliviadores San Pedrito y Erézcano, que fueron licitadas en la administración anterior. A esto se suma la falta de obras en la defensa
costera; la no ejecución de los planes de viviendas; los pocos centímetros de subterráneo que construyó (prometió diez kilómetros por
año) y la falta de mantenimiento edilicio tanto en hospitales como en
escuelas.
Respecto de infraestructura sanitaria, es evidente la fuerte subejecución del presupuesto. Para este año dispuso en obras y equipos para hospitales 210 millones de pesos y sólo ejecutó al 30 de septiembre 30 millones. Esto se refleja en los gravísimos problemas que existen en los hospitales porteños. Si bien muchos venían de antes, con esta administración se agudizó la crisis. Por ejemplo, con la centralización de las compras de medicamentos que implicó el desabastecimiento de los mismos en lugar de la baja en sus costos.
Igual o peor es la subejecución de obras en las escuelas, donde cuenta para este año con un presupuesto para construcción de 247 millones de pesos y sólo se ejecutaron 49 millones. Macri solicitó a la Legislatura
superpoderes para acelerar las obras por la supuesta emergencia edilicia, que hoy sigue sin solución. Así, para 2008, con un presupuesto para inversión de más de 3000 millones de pesos, en el mejor de los casos, ejecutará solamente la mitad. ¿Esto era PRO?
Por el lado de los ingresos, la recaudación ha crecido en lo que va del año un 40 por ciento respecto de igual lapso del año pasado, razón por la
cual el gobierno de Macri cuenta con una importante masa de recursos.
Sin embargo, se invierte poco en obras y se gasta mucho en sueldos, fundamentalmente en funcionarios. En efecto, mientras se subejecutan obras, se ha aumentando la planta de funcionarios y de gabinete (asesores), cuando no se tiene la misma política de incentivos respecto
del personal no jerárquico. Así se incrementó al doble el número de
funcionarios, que eran 346 en el año 2005, para llevarlo a 608 en el año 2009.
Los incrementos también se presentan en los pagos a la recolección de residuos, que subieron en más de tres veces. De los 352 millones de pesos que se pagaban en el año 2005, a 1118 millones presupuestados para el año 2009, no existiendo ningún índice inflacionario que pueda justificar semejante aumento del gasto. En definitiva, el primer año de gestión Macri demuestra que:
- Es ineficaz: ni siquiera hace las obras para las que tienen presupuesto.
- Es ineficiente: gasta muchos recursos en funcionarios que no ejecutan
obras ni dan respuestas a las demandas sociales y sectoriales del distrito y paga altos precios por servicios de dudosa calidad.
- No tiene ningún interés en mejorar la distribución del ingreso en la
ciudad proveyendo de más y mejores bienes públicos (salud, educación,
vivienda, cultura, trabajo, obras de infraestructura) a los habitantes que más los necesitan.
Tanto prometer sin cumplir como desentenderse de los problemas de los habitantes que menos tienen es grave, ya que luego de la crisis del 2001 los argentinos estamos tratando de revertir aquel divorcio entre la política y la sociedad, generada entre otras cosas por aquello de “si decía lo que iba a hacer no me votaba nadie”. En estos días estamos festejando la etapa más larga de un período democrático de nuestra historia. Que el gobierno de Macri y Michetti no implemente las políticas públicas que prometieron en la campaña electoral no ayuda en nada a la tarea en que todos debemos estar empeñados: recomponer la legitimidad del sistema democrático y construir ciudadanía, una dimensión donde reparar veredas es sólo una baldosa del desigual mosaico social porteño.
* Presidente de Fundación Fetyp - www.fetyp.org.ar